Vistas de página en total

miércoles, 29 de diciembre de 2010

CONTINUACIÓN DE LA COMUNICACIÓN NO VERBAL

Qué es la comunicación no verbal
Berjano y Picazo (2001:61-62) proponen una serie de definiciones que van desde las muy generales y amplias a las más estrictas o restringidas. Como ejemplo de una visión general y amplia, proponen la del propio Berjano: La comunicación verbal es toda una serie de comportamientos humanos que se llevan a cabo en procesos interactivos, con intencionalidad manifiesta o sin ella, que no pertenecen al lenguaje verbal (...) y que suelen ser interpretados por el receptor de este tipo de comunicaciones.
Entre las definiciones más restrictivas citan la de Fraseer (1978), que propone concentrarse en:
(...) aquella conducta no verbal que parece formar parte de un sistema de comunicación y que suele acompañar al lenguaje.
Algo, sin embargo, hay que tener presente: sólo es posible la comunicación cuando entre emisor y receptor hay un código de señales compartido, es decir, unos signos a los que tanto el que los emite como el que los recibe les dan un mismo significado.
Esto, que es evidente con los signos verbales (con la comunicación verbal), no lo es tanto con los signos no verbales. Por eso es importante la distinción que algunos autores establecen entre comunicar e informar. Hay comunicación si existe un código compartido (un conjunto de signos y de reglas para combinarlos) y, además,
una intención explícita de comunicar un mensaje. Si no existe esa intención explícita, puede haber información, pero no comunicación. Por ejemplo, solo con oír la voz, sabemos si quien nos habla es hombre o mujer. El timbre de la voz nos informa del sexo del hablante, pero no nos comunica.

Componentes esenciales de la comunicación no verbal
Sin entrar en discusiones teóricas que nos ocuparían demasiado tiempo, en este punto vamos a seguir la opinión más generalizada entre los especialitas: dentro de la comunicación no verbal suelen incluir, tradicionalmente, tres grandes apartados, que hoy constituyen tres disciplinas distintas: la kinésica (quinésica o cinésica), la proxémica y la paralingüística (paralenguaje).

 Kinésica (quinésica o cinésica)

Es la disciplina que estudia el significado de los gestos y movimientos. Las
principales áreas de comportamiento kinésico estudiadas han sido: la postura
corporal, los gestos, la expresión facial y la mirada.

 Mediante la postura corporal,

se muestra la disposición a admitir a otros en la interacción. Hay posturas más abiertas (de aceptación del otro) o más cerradas (de defensa). Nos podemos situar de frente, en ángulo recto o de espaldas: cuanto más
de frente se sitúe uno con referencia a los otros, mayor será su nivel de implicación.Por ejemplo, se suele señalar, que una postura avanzada e inclinada hacia delante transmite ‘interés’, ‘apertura al diálogo’, ‘actitud activa’. Por el contrario, una posición desplazada o invertida trasmite ‘desinterés’, ‘temor’, ‘inseguridad’, ‘desconfianza’. Si este aspecto de la kinésica te interesa puedes leer con provecho: • Gordon R. Wainwright (1991), el capítulo 6: “La postura y el porte”. • Erhard Thiel (1991), capítulo 3: “Sentado o de pie: una cuestión de asumir posiciones”, páginas 31-38).

b) Los gestos 


Son el área más estudiada dentro de la conducta no verbal. Desde Ekman y Friezen (1969), los gestos se vienen catalogando en cinco apartados: emblemas, ilustradores, adaptadores, muestras de afecto, reguladores. Emblemas: signos no verbales que admiten una traducción verbal directa en una o varias palabras. Por ejemplo, el gesto de ‘adiós’, el gesto de ‘OK’ o el signo de ‘victoria’. Sustituyen a la palabra. Ilustradores: acompañan al habla y sirven para ilustrar lo que se está diciendo, recalcarlo, matizarlo, enfatizarlo. Son auxiliares de la palabra. Ejemplos: ir contando con los dedos las distintas partes en que se divide una exposición oral, al mismo tiempo que se dice: “una”, “dos”, etc. Gestos que muestran emociones o estados de ánimo: sirven para reflejar el estado de ánimo de hablante. Las seis emociones básicas que se pueden expresar mediante gestos son: sorpresa, miedo, cólera, disgusto, felicidad, tristeza.

Reguladores: sirven para controlar el proceso comunicativo verbal: señales al interlocutor para que siga, para que te deje intervenir, para que vaya más deprisa o más despacio, etc. Pueden ser gestos con la cabeza, con las manos, etc.
Adaptadores: son manipulaciones del propio cuerpo como cogerse, frotarse,
apretarse, rascarse a sí mismo. Ejemplos: taparse la boca puede indicar que se está
mintiendo.
Por falta de espacio, nos limitaremos a señalar sólo algunos ejemplos de gestos
atendiendo al órgano con que se realizan con:
• las manos: las palmas hacia arriba indicarían ‘sumisión’; ‘franqueza’; las palmas
hacia abajo, ‘autoridad’, ‘mando’.
• los brazos: los brazos cruzados indicarían ‘actitud defensiva, negativa’, que
impide la comunicación; los brazos abiertos, ‘apertura’, ‘acogimiento’.
• las piernas: las piernas cruzadas, generalmente la derecha sobre la izquierda,
mostrarían ‘actitud defensiva’.

La expresión facial: son movimientos de los músculos de la cara, que forman
parte de la reacción emocional a determinados estímulos y pueden, además, regular la interacción al manifestar a los otros los estados afectivos. Aprenderás mucho sobre las expresiones del rostro, de Knapp: “Los efectos de las expresiones faciales”

La mirada. Por la gran importancia que la mirada adquiere en la comunicación no verbal, vamos a reproducir las que Wainwright (1991:19) llama “reglas de la gramática visual”, que resumen magníficamente el uso que, en nuestra civilización, se hace del lenguaje de la mirada.
Un excesivo contacto visual (como el mirar fijamente o con frecuencia a otra persona) se considera generalmente como manifestación de superioridad (o al menos la sensación de que así es), falta de respeto, amenaza o actitud amenazante y ganas de insultar.
Un escaso contacto ocular suele ser interpretado como falta de atención, descortesía, falta de honradez o timidez.
El dejar de mirar a los ojos bajando la vista suele ser tomado como signo de sumisión.
Una persona mirará mucho a la otra: cuando están muy separadas entre sí, cuando están hablando de temas impersonales o sencillos, cuando está interesada por el otro y sus reacciones, cuando ama o le gusta la otra persona, cuando intenta dominar al otro o influir en él, si es extrovertido, si depende de la
otra persona y ésta no da señal de respuesta.

Una persona mirará muy poco a otra: si están muy juntos, si están discutiendo un asunto íntimo o difícil, si no está interesada en las reacciones de la otra persona, si no le gusta la otra persona, si tiene un estatus superior, si es un introvertido, si padece ciertas formas de enfermedad mental.

La comunicación entre dos personas será más efectiva cuando su interacción contenga una proporción de contacto ocular que ambos consideren apropiada a la situación.

Agradecimiento al Profesor Dr. D. Tiberio Feliz Murias, por aportarme los conocimientos y la actitud necesaria en la praxis del Educador Social, aprovecho para enviarle un caluroso saludo y abrazo, fue un placer haber sido alumno suyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario